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Dr. Gerardo Budowski, dedicado del nacional por equipos 2010. En 1965 fue campeòn con el equipo de Turrialba.

Desde el año 1952 reside entre nosotros una celebridad mundial, un hombre de ciencias y apasionado del ajedrez: el Dr. Gerardo Budowski, quien la FCA le dedica el nacional por equipos como un homenaje a la fidelidad y amor por nuestro deporte. De hecho el Dr, participarà en el evento defendiendo el tablero 1 de Megadeportes. Pròximo a cumplir el 10 de junio 85 años, su entusiasmo y amor por el juego ciencia debe ser motivo para que la nueva generaciòn de ajedrecìstas, valore que el ajedrez es màs que un deporte, es una forma de vida.
Hombre universal y cosmopolita, pues ha recorrido prácticamente todo el planeta -con la holgura de hablar inglés, alemán, francés y español-, tres patrias han marcado su peregrinar por el mundo: Alemania (pues nació en Berlín), su adoptiva Venezuela (adonde llegó en 1941, adquiriendo dicha nacionalidad posteriormente) y Costa Rica, donde se casó con la panameña doña Telma Palma, procreó a Liliane y Tamara y, con algunas intermitencias, ha residido el resto de su vida.
Graduado en 1948 como ingeniero agrónomo y forestal en la Universidad Central, en Venezuela, ya en 1949 fungía como jefe de la Oficina Técnica de Investigaciones Forestales (Ministerio de Agricultura y Cría), en Caracas. Pocos años después se trasladaría a esa Turrialba cuyo magnetismo nos atrae con enigmática fuerza y su encanto nos contagia de por vida.
Ahí, en esos hermosos predios del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA) -los mismos del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) hoy-, en 1954 obtendría el grado de Magister Scientiae en el campo forestal. Y ocho años después, en 1962, se graduaría como Doctor of Philosophy, también en ciencias forestales, en la muy prestigiosa Universidad de Yale.
Lo hizo primero en La Habana con el IICA/OEA, para después fungir como jefe del Departamento Forestal del IICA, en Turrialba, adonde retornaría en 1976 para asumir por un decenio la jefatura del Departamento de Recursos Renovables (del ya entonces denominado CATIE). De previo, ¡casi nada!, por tres años (1967-1970) había sido jefe y especialista en Ecología y Conservación de la UNESCO, en París, y por otros seis (1970-1976) fue Director General de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en Suiza.
En tiempos más recientes, por 14 años laboró como ecólogo principal y director de Recursos Naturales en la Universidad para la Paz, en Costa Rica, donde por un tiempo incluso fungió como Vice-Rector. Asimismo, entre 1993-1997 actuaría como presidente de la Sociedad Mundial de Ecoturismo, y entre 1996-1998 como Director Ejecutivo Adjunto del Consejo de la Tierra.
En medio de este infatigable trajinar, en misiones científicas por numerosos países, asesorando instituciones internacionales, como profesor visitante en otras, como miembro del Consejo Editorial de muy reputadas revistas, escribiendo -tiene a su haber más de 300 publicaciones, y actualmente trabaja en dos libros, no obstante sus 84 años-, colaborando con el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) como presidente de dos jurados permanentes, recibiendo distinciones en varios países, ahí ha andado, disertando, enseñando, provocando, creando y concretando iniciativas en cuestiones de gran alcance, como las bases ecológicas para el uso apropiado de la tierra, la silvicultura sostenible para productos y servicios, el ecoturismo responsable, y la conservación y utilización de la biodiversidad tropical. Eso sí, siempre con su bonhomía y humildad como estandartes, como es propio de los sabios.
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