Cuando el Gran Maestro soviĂ©tico Nikolai Krogius aborda el asunto de la estrechez de la atenciĂłn en su excelente libro La psicologĂa en ajedrez lo que propone es, bĂĄsicamente, que el ajedrecista a la hora de analizar se enfoca ya sea en una idea o en una parcela del tablero y, por consiguiente, en unas cuantas pocas piezas, dejando por fuera las demĂĄs. Para sustentar su tesis muestra el siguiente ejemplo:
Romanovsky - Kasparian
URS-ch sf Leningrado, 1938
En la posiciĂłn del diagrama [1] Kasparian se sumergiĂł en la idea de dar mate al rey rival, sin advertir la posiciĂłn del suyo...
Y en esta posiciĂłn Kasparian jugĂł 54... ¤f3# ??!! Tuvo que rendir apenas el Maestro Romanovsky le hizo notar que el caballo estaba clavado.
Ayer a Ivån Castillo, luego de tener buen rato contra las cuerdas al MI islandés Kjartarsson, le pasó la trågica variante Kasparian:
Castillo,I – Kjartarsson, G
Metropolitano 2012
Una vez pasado el huracĂĄn, el Maestro islandĂ©s continuĂł durante varias jugadas el final de T+C vs T+C con la esperanza de que su rival se equivocara. Y en efecto, IvĂĄn, consumido en la idea de lograr las tablas de una buena vez, se olvidĂł de la posiciĂłn de las piezas como un todo... 71.¦d6+?? ¢xd6 y no es posible 72.¤c4+ porque el caballo estĂĄ clavado 0–1
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