Existen múltiples géneros de la literatura ajedrecística: manuales de apertura, tratado del medio juego y final, compilaciones de partidas selectas de grandes jugadores, etc. Sin embargo, escasean aquellos trabajos dedicados a un análisis riguroso del proceso del pensamiento, a través del cual el ajedrecista hace uso de todos sus conocimientos y arsenal técnico.
Esto sucede, a pesar de que para cualquier maestro está clara la necesidad de establecer los defectos típicos de la actividad intelectual en el transcurso de la partida, y de hallar procedimientos que aumenten su efectividad y disminuyan el número de errores.
Esto sucede, a pesar de que para cualquier maestro está clara la necesidad de establecer los defectos típicos de la actividad intelectual en el transcurso de la partida, y de hallar procedimientos que aumenten su efectividad y disminuyan el número de errores.