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Anand-Carlsen: el mayor duelo desde Fischer




Millones de aficionados contienen la respiraciĂłn ante el enfrentamiento que mantendrĂĄn en unos dĂ­as el indio Viswanathan Anand, campeĂłn del mundo de ajedrez, y el aspirante al trono y gran favorito, Magnus Carlsen, nĂșmero uno en la clasificaciĂłn de la FederaciĂłn Internacional. Entre el 9 y el 28 de noviembre, la ciudad de Chennai, antigua MadrĂĄs —Anand juega en casa—, serĂĄ escenario del duelo mĂĄs atractivo que han visto los tableros desde que Bobby Fischer arrebatĂł el tĂ­tulo a los rusos. Al contrario que en «El Padrino», esto no son sĂłlo negocios; hay algo personal en juego.

La cuna del ajedrez vivirĂĄ la mĂĄs hermosa de sus batallas, con un objetivo tan simple en apariencia como dilucidar quiĂ©n es el mejor del planeta moviendo caballos, alfiles y peones. Hay mucho mĂĄs bajo la superficie. Incluso medios como «The Economist» han reparado en la importancia del acontecimiento, cuyas implicaciones monetarias tampoco pasan inadvertidas: Carlsen es el Ășnico gran maestro capaz de llevar dinero al ajedrez, no sĂłlo posando como modelo de ropa, actividad que parecĂ­a reservada a otro tipo de deportistas.




En el fĂștbol, cada año se celebran al menos un par de partidos del siglo, pero en el mundo de las 64 casillas las exageraciones son mĂĄs moderadas. Esta cita con la historia llega medio siglo despuĂ©s del Spassky-Fischer, en una lucha a doce partidas que tiene todos los ingredientes para que la Ă©pica vuelva a visitar los tableros.

Por un lado, es evidente el duelo generacional entre el viejo tigre de MadrĂĄs, de 43 años, y el Mozart del ajedrez, de 22. SerĂĄ ademĂĄs una batalla entre oriente y occidente, algo que tampoco sucedĂ­a desde el verano frĂ­o de 1972. Anand es el tercer campeĂłn no europeo, despuĂ©s de Capablanca y Fischer, y el primero asiĂĄtico (si no consideramos como tales a los soviĂ©ticos que lograron el tĂ­tulo). El aspirante Carlsen, por otro lado, llega con otra peculiaridad que comparte con Fischer: es el gran favorito y su puntuaciĂłn Elo (sistema que rige la clasificaciĂłn mundial) es tambiĂ©n muy superior a la de su rival, que tiene 95 puntos menos. La experiencia —Anand ha ganado cinco mundiales y en todos los formatos de competiciĂłn posibles: eliminatorias, torneo y duelo personal— es la principal baza del campeĂłn. Jugar en casa puede ser mĂĄs una molestia para el contrario que ventaja propia;no es descartable que se vuelva en contra si las cosas se tuercen y la presiĂłn o las ganas de agradar a millones de aficionados pesan demasiado.




Secretismo

Como apasionante novedad a tono con los tiempos, destaca la minuciosa preparaciĂłn de ambos finalistas en los Ășltimos meses, ayudados por formidables equipos informĂĄticos —los ordenadores ya juegan mejor que cualquier humano— y por un puñado de grandes maestros cuyos nombres, por lo general, se mantienen en riguroso secreto. A diferencia de Fischer, que acudiĂł como un lobo solitario a Reikiavik, con unos cuantos libros en la maleta y un tablero magnĂ©tico de bolsillo, Carlsen y Anand gozan de ayudantes de primer nivel y de unos procesadores brutales. Del noruego se desconoce si aceptĂł o no la Ășltima oferta de asesoramiento de Garry Kasparov. Otro caso curioso es el del danĂ©s Peter Heine Nielsen, que ha ayudado a ambos en el pasado y prefiere mantenerse al margen.

Conviene recordar que el propio Carlsen colaborĂł con Anand en 2008 y 2009, cuando su fuerza ya era cuando menos comparable a la de su entoces jefe. El gran maestro indio ha confirmado que su joven sparring le sirviĂł para «simular situaciones reales de torneo». «Jugamos un montĂłn de partidas rĂĄpidas y me sentĂ­ bien», explica, «porque pude probar numerosas ĂĄreas que eran poco familiares para mĂ­. Con Magnus puedes experimentar cualquier posiciĂłn; las puede jugar casi todas».

El conocimiento mutuo, en efecto, es exhaustivo. AdemĂĄs de sus entrenamientos juntos, han disputado mĂĄs de sesenta partidas, no todas oficiales. Anand mantiene la ventaja (15 victorias, 11 derrotas y 36 tablas), aunque muchas proceden de la Ă©poca en la que Carlsen era un adolescente. En el Ășltimo enfrentamiento decisivo, el noruego lo destruyĂł en solo 30 movimientos, algo que serĂĄ difĂ­cil de borrar de la memoria del campeĂłn. Como comentaba en una entrevista con ABC IvĂĄn Salgado, campeĂłn de España, Anand deberĂĄ «limpiar» las partidas desde los primeros movimientos, «porque a la mĂ­nima que encuentre posiciones equilibradas en las que pueda seguir jugando, Carlsen lo va a destrozar, sin piedad, ademĂĄs».

El noruego es humano

El chaval, que tiene el rĂ©cord histĂłrico de Elo (en 2012 pulverizĂł el de Kasparov), tambiĂ©n ha dado alguna mĂ­nima muestra de debilidad. En la pugna con Kramnik por convertirse en aspirante al trono, se vio por primera vez que podĂ­a ponerse nervioso en momentos clave e incluso perdiĂł la Ășltima y decisiva partida. Se salvĂł de milagro, gracias a que le favorecĂ­a el sistema de desempate y a la derrota del ruso, que arriesgĂł al mĂĄximo y tambiĂ©n perdiĂł su encuentro sin imaginar que unas tablas le habrĂ­an servido para sus propĂłsitos.

Poco despuĂ©s, Magnus se dejĂł sorprender por Hikaru Nakamura, que aplicĂł una medida casi cĂłmica despuĂ©s de perder varias partidas contra su bestia negra: el estadounidense jugĂł con gafas de sol en sus dos partidas y el caso es que logrĂł unas tablas fĂĄciles. La historia tiene mĂĄs gracia si se tiene en cuenta que algunos acusan al noruego de hipnotizar a sus rivales, a quienes a menudo derrota en posiciones muertas, en las que cualquier otro concederĂ­a tablas. Es justo la mayor virtud del aspirante: apurar hasta el Ășltimo suspiro las partidas, no contentarse jamĂĄs con el empate y poner en marcha su trituradora. Entonces, ni los mejores resisten el pulso, aunque alguna vez se ha pasado de rosca.

De la capacidad de sufrimiento de Anand, que siempre da lo mejor en los mano a mano, dependerĂĄ en buena medida el resultado. Tablas fĂĄciles no va a lograr, a modo de «descanso», y no parece piense recurrir a una de las clĂĄusulas mĂĄs polĂ©micas:la posibilidad de pedir aplazamientos por enfermedad, carta blanca que en tiempos Karpov y Korchnoi utilizaron mĂĄs a la ligera.

El Mundial de Chennai repartirĂĄ una bolsa de unos dos millones de euros, pero Anand y Carlsen se juegan mucho mĂĄs que dinero, sobre todo si gana este Ășltimo, de quien muchos esperan una revoluciĂłn.

Fuente: Blogs ABC



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