Maestro FIDE desde 1999, maestro internacional desde el 2014 y nĂșmero uno en el ranquin nacional de ajedrez durante 10, convierten a Ricardo Urbina como el mejor jugador de Honduras frente al tablero, ya sea moviendo las piezas blancas o negras.
Cuando llegó a la Federación Hondureña de Ajedrez hasta 19 años, nadie contaba con sus habilidades, pero su capacidad fue creciendo y a los tres años de estar jugando ganó su primer torneo de la zona central.
Es un deportista tranquilo que ama al ajedrez y cada vez que estĂĄ frente al tablero saca su agresividad para atacar al rival y la tĂĄctica para saber la jugada que prepara su contrincante.
Su logro internacional mås reciente fue en el sub zonal en Nicaragua, donde quedó en tercer lugar y selló su pase para el zonal en Ecuador, donde llegan los 14 mejores de Centroamérica y el Caribe.
“Fue un torneo fuerte, Costa Rica ganĂł el primero y segundo puesto. Pude empatar en la primera posiciĂłn con el campeĂłn, pero perdĂ la Ășltima partida” expresĂł Urbina.
Es la primera vez que un hondureño clasifica a un torneo zonal, de donde salen los primeros para el Mundial de Ajedrez, que todo atleta del deporte ciencia quisiera llegar.
“Me siento fascinado con el ajedrez y estudio una maestrĂa en investigaciĂłn econĂłmica y social, y deseo que mi tesis sea sobre la enseñanza de este deporte en las escuelas y buscar la forma de aplicarlo en Honduras”, dijo.
SU INSPIRACIĂN
Ricardo Urbina ha tenido como inspiraciĂłn para jugar a JeremĂas Samayoa, quien al inicio le enseñó los fundamentos bĂĄsicos del ajedrez y a JosĂ© Antonio GuillĂ©n, quien durante 15 años el nĂșmero uno de Honduras, por lo que dice que espera seguir de lĂder para quitarle el rĂ©cord.
“Yo no decĂa que era el nĂșmero uno, porque GuillĂ©n por muchos años se habĂa mantenido allĂ y espero aguantar cinco años mĂĄs y robar su marca”.
Se define como un jugador versĂĄtil, porque con facilidad aprende a conocer a los jugadores y cuando se trata de defender lo hace bien.
“Me gusta jugar partidas de un minuto, pero las oficiales son de 2.40 y las juego bien, pero tambiĂ©n lo he hecho por correspondencia que puedo hacer una partida hasta en tres dĂas, eso me sirve para entrenamiento”, agrega el genio del tablero.
Nuestro protagonista asegura que estĂĄ emocionado con el zonal e intenta entrenar todos los dĂas. Su sueño que los jĂłvenes talentos que surgen en el ajedrez hondureño puedan ir creciendo para bien de este deporte.
Fuente: Diario Deportivo MĂĄs